En Ayurveda se da mucha importancia al masaje y se recomienda su práctica diaria. Del mismo modo que la gente come y duerme diariamente, debería también recibir un masaje diario y eliminar a través de él los materiales de deshecho.
El Ayurveda sostiene que los dolores son provocados por una obstrucción del flujo del aire (vayu) a través de los vasos (siras), que lo transporta. Al frotar el cuerpo se genera calor, y éste produce que los aires del cuerpo se expandan y se desplacen. La circulación de vayu a través de los siras alivia las tensiones y reduce el dolor, también proporciona un patrón de respiración más profundo y natural.
1. Elimina el envejecimiento (Jarahar)
En Ayurveda, el masaje se describe como jarahar, el que elimina el envejecimiento, pues nutre los 7 componentes (dhatus) del cuerpo humano:
- Fluidos, hormona, linfa (Rasa)
- Sangre (Rakta)
- Carne, músculos, cutis (Mansa)
- Grasa (Medha)
- Huesos y dientes (Asthi)
- Médula (Majja)
- Semen (Shukra)
Al friccionar, comprimir y presionar la musculatura y al manipular los puntos de presión, se intensifica la circulación de la sangre, de la linfa y de las hormonas. Esto, a su vez, fortalece los sistemas nervioso e inmunológico, retrasando el envejecimiento.
2. Elimina la fatiga (Shram Har)
Para la fatiga por un esfuerzo mental, lo ideal es aplicar un aceite para quitar el calor de la cabeza y luego un masaje Shiro-Abayanga con un aceite aromático, de sándalo, por ejemplo.
Para la fatiga producida por un esfuerzo físico de los músculos de una de las extremidades, sumergirlo en agua tibia con sal, luego masajee con un movimiento de compresión. Para los hombros y la cintura se debe empapar una toalla con agua caliente salada. Comprimir, friccionar y golpetear suavemente los músculos elimina la fatiga. Después del tratamiento con el agua, se debe aplicar aceite hasta que se sienta alivio.
Para eliminar la fatiga debida a una acumulación de toxinas se usa un aceite generador de calor, excitando las glándulas sudoríparas y estimulando al cuerpo para que se libere de las toxinas acumuladas a través de la transpiración.
3. Elimina el exceso de aire (Vata Har)
Las siguientes practicas y emociones, o los excesos en la alimentación incrementan el dosha del aire (vata) y pueden causar dolor en los músculos y en las articulaciones: esfuerzo constante del sistema nervioso, ansiedad, indulgencia sexual después de haber comido, consumir alimentos que se han guardado mas de ocho horas después de cocinados, dormir durante el día, ausencia de hambre, ayuno, represión voluntaria de cualquier urgencia que sienta el cuerpo, crujido de las articulaciones, intercambio sexual durante la menstruación, sexo oral, nerviosismo, hablar en exceso, uso excesivo de alimentos picantes, astringentes o extremadamente amagos.
El reumatismo y la ciática son dos de las enfermedades más comunes causadas por una perturbación de Vata. El asiento de las enfermedades Vata es el intestino grueso. La terapia de colon o la purificación con agua y el masaje Abayanga son la única solución.
4. Mejora la vista (Drishti Prasad Kar)
Según el Ayurveda, el masaje puede mejorar la vista. La energía primaria de los ojos deriva del elemento fuego. El masaje en la zona del ombligo en dirección a las agujas del reloj con aceite de coco o de sésamo (según la constitución) y masajear los pies especialmente entre el dedo gordo y el dedo que esta junto a el, antes de acostarse mejora la vista. El masaje Shiro-Abayanga recibido de forma regular es sumamente beneficioso.
Las lágrimas producidas por la aplicación de surma y el kajal, ghee, miel o zumo de cebolla son depuradoras, rejuvenecedoras y saludables para los ojos.
La practica del tratak (mirar fijamente una llama hasta que los ojos lagrimeen) es un ejercicio muy saludable para los ojos.
5. Fortalece el cuerpo
Friccionar el cuerpo con aceite de masaje y presionarlo, con o sin aceite, incrementa la circulación y el movimiento de los fluidos vitales, estimula la circulación de la energía pránica. Al presionar y amasar los músculos las toxinas que se han acumulado son impulsadas a abandonar el cuerpo; en su lugar, las células se llenan de material nutriente y de prana. El cuerpo y el sistema inmunológico se vuelven fuertes, y se incrementan la resistencia, la vitalidad y la virilidad.
6. Aumenta la lngevidad (Ayus Kar)
El masaje crea un equilibrio electroquímico en el cuerpo. Cuando el sistema inmunológico se fortalece y las toxinas son eliminadas, se incrementa la longevidad de forma natural.
Un aumento de acidez reduce la duración de la vida, por ello, la química de nuestra sangre debe ser más alcalina que ácida. La ansiedad y el estrés desgastan el sistema y aumentan su acidez.
Al equilibrar los tres doshas aumentamos la duración de nuestra vida. La utilización de aceites preparados a base de hierbas y especias aumenta la fuerza vital del cuerpo, pues son absorbidos por la piel, protegiéndola de la deshidratación y ayuda a retener la cantidad necesaria de humedad en la superficie, ésta colabora con la energía electromagnética de la Tierra para que reaccione con el campo electromagnético del cuerpo. A edad avanzada esta humedad disminuye, la piel se reseca y el cuerpo no recibe suficiente energía del entorno. Mediante el masaje es posible mantener un equilibrio electromagnético que resulta en una vida sana y prolongada.
7. Induce al sueño y los sueños (Swapna Kar)
El masaje en general, y el masaje Shiro-Abayanga en particular, resulta muy efectivo para inducir el sueño. La reflexología puede calmar una mente inquieta. Las personas que sufren de insomnio o perturbaciones en el dormir deberían recibir un masaje antes de acostarse.
8. Fortalece la piel (Twak Dridh Kar)
La aplicación regular de aceite fortalece la piel y elimina la sequedad, primer signo del aire (vata) perturbado del cuerpo. Los individuos cuya prakriti es vata presentan una piel seca y áspera; para ellos, el masaje es esencial. Para los pitta o Kapha, y que por tanto tienen una piel aceitosa, el masaje es la única solución cuando sobreviene una perturbación del aire y sequedad en la piel.
La piel, como un espejo,
refleja el estado general del cuerpo físico.